Espot, pueblo situado en el valle del río Escrita, en el Pallars Sobirà, y aislado por su situación geográfica, conserva por este hecho su encanto tradicionalmente montañoso, con una gran variedad cultural, natural y gastronómica que enamora a quien lo visita.
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Tanto parece que el tiempo no pase por Espot, que su etimología nos traslada a la época prerromana. Segúnel etimólogo Joan Coromines, el topónimo del pueblo pirenaico podría derivar del vasco. La primera de dos hipótesis refiere que el nombre vendría de la unión de la raíz "aitz" (peñasco o roca) con "pe" (bajo) es decir, "bajo el peñasco") en referencia a su ubicación. La segunda hipótesis indicaría la unión de "ez" (no) y "potu" (juntos, unidos), que ya describiría la existencia, ya documentada en el s. IX, de dos Espots, el Obago y el Solau, "no unidos".
La estación pallaresa, con más de 20 kms esquiables, situada en medio de bosques frondosos de pino negro y preciosas vistas de montañas de 3.000 m donde los esquiadores de todos los niveles pueden vivir su afición, hizo el año 2017 50 años. La importante fecha se celebró con varios actos conmemorativos a los que asistieron clientes, autoridades de la comarca y de la estación.
Uno de los factores más encantadores de Espot y sus proximidades es tal y como decíamos, su entorno natural, en el que destaca el Parque Nacional de Aigüestortes y Sant Maurici, único Parque Nacional de Cataluña. Los interesados en la fauna, la flora o la naturaleza podrán disfrutar con las excursiones en 4x4 al Lago o el Centro de interpretación, mientras que los amantes del senderismo y la montaña, podrán realizar la famosa ruta de Carros de Foc o pasar por los maravillosos refugios de montaña de Amitges o Saborèdo, entre otros.
Haz ruta alrededor de la estación de Espot, saliendo desde la cota 2000 de la estación y llega hasta la Cruz del Eixol, un espectacular mirador del Pirineo y del valle contigua a la de la estación llamada Cuatro Pinos. El recorrido es de unos 3-4 km aprox.
El visitante de Espot no se siente sólo maravillado por la belleza de su naturaleza, si no por su historia y arquitectura, que traslada al pasado. Visita la iglesia de San Llogaia, la ermita de San Mauricio, pasea por el puente románico del Escrita y la Torrassa, la torre de los Moros y los barrios del Obago y Solau, en el casco antiguo del pueblo.
La cocina pallaresa es uno de los grandes atractivos de esta zona. La cocina tradicional de este territorio se basa en los productos que ofrece la montaña según la temporada y los platos suelen ser generosos. Sin duda, la mejor manera de saborear el Pallars Sobirà es probar los productos locales: todo tipo de carne y embutidos, quesos, yogures, pescado de río, galletas artesanas, pan de leña, miel, vinos y la re nombrada sal de Gerri.
Pasar unos días en Espot puede ser muy divertido pero, ¿qué hay mejor que llegar a la habitación del hotel después de un día de esquí? Creemos que sólo puede ser superado por una buena sesión de spa. Descubre algunos de los spas de la zona del Pallars Sobirà!
Estaís es un pueblo del término municipal de Espot, que contaba en 2011 con la cifra de 24 habitantes y 14 casas! Su arquitectura (en la que destaca la iglesia parroquial de San Esteban) y calles típicas montañeros de piedra hacen de este pueblo un destino tranquilo y encantador de descubrir.
El Pantano de la Torrassa y el Río Noguera, además de ofrecer unas preciosas vistas y la oportunidad de disfrutar de un momento de paz en pleno mil de la naturaleza, también ofrecen un montón de actividades de aventura para hacer: rafting, kayaking, descenso de barrancos, hidrospeed, canoas y mucho más. No se lo pierdan!