El Valle de Camprodon: cercanía y pueblos con encanto
El ambiente navideño se respira desde el primer momento que entras en este Valle. Camprodon es el centro neurálgico de esta esquina del Ripollès, conocido por su precioso puente medieval que cruza el río Ter y sus pintorescas calles empedradas. Durante estas fechas, Camprodon se llena de luces y adornos navideños, creando una atmósfera mágica. Los días 5, 6, 7 y 8 de diciembre, en sus calles, encontrarás la Vila del Tió, con una serie de actividades para todos los públicos, desde mercados de artesanía y productos locales, talleres infantiles y hasta todo una Bingo. Aprovecha también para descubrir otros pueblos no tan conocidos pero que tienen un encanto especial como Setcases o Molló y su iglesia de Santa Cecília. ¡No puedes marcharte del Valle sin probar sus deliciosos dulces típicos como las galletas Birba!
Vall de Ribes: un destino de montaña con historia
Ubicada en el corazón de la Vall de Ribes, encontramos Ribes de Freser, un pequeño pueblo que es un punto de partida ideal para aquellos que buscan un equilibrio entre la tranquilidad, la actividad física y cultural. Desde allí, puedes tomar el Cremallera y subir hasta Vall de Núria para rodearte de la magia navideña propia de las películas. Podrás pasar un tiempo de calidad con los más pequeños de la familia y reconectar con el espíritu festivo en el Parque Lúdico o recorriendo el itinerario de los troncos. Descubre todo lo que la Navidad en Vall de Núria te puede ofrecer. Al bajar, puedes hacer una parada en Queralbs y visitar el patrimonio románico que allí tienen escondido. ¡Joyas poco conocidas pero que seguro te sorprenderán! Tampoco puedes perderte la tradicional subida del pesebre a Queralbs, el encendido de luces de Ribes de Freser o los mercados de Navidad de Campelles y Planoles.
La Cerdanya: descubre sus joyas escondidas
Este destino es la opción perfecta para escapar de la rutina, ya sea para gozar de la naturaleza, conocer rincones con encanto o degustar la mejor gastronomía de montaña. Si te apetece descubrir el patrimonio cultural de la comarca, Puigcerdà es el lugar idóneo para dónde empezar. Pasea por su encantador casco antiguo, con sus plazas y callejuelas empedradas. No olvides dar una vuelta a su lago, el ambiente de invierno que se respira te hará recuperar el espíritu festivo. A tan sólo unos minutos de Puigcerdà, puedes descubrir Llívia, una pequeña joya con el Castillo, el Museo de la Farmacia y un casco antiguo lleno de historia.
¡Recupera fuerzas con una buena comida! Aprovecha para degustar platos tradicionales como el trinchado de col, las carnes km 0 o los quesos y otros productos derivados de la ganadería local. A continuación, realiza una parada en alguna de las ferias o mercados de Navidad para comprar productos artesanos y dulces típicos, por ejemplo, durante los días 5 y 6 de diciembre, en Bellver de Cerdanya encontrarás la Feria de Bellver, un plan único para terminar un día muy completo!
El Pallars Sobirà: una comarca que no te la acabarás
¡Aprovecha estos días para llegar a los lugares más alejados y seguramente más desconocidos por mucha gente! Si buscas conectar con la naturaleza más salvaje, tienes la opción de adentrarte en el Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici por la entrada que encontrarás en Espot y llegar hasta el estany de Sant Maurici, una excursión que supera los 250 m de desnivel, desde el aparcamiento de El Prat de Pierró. Si prefieres un contacto con la naturaleza más pausado, puedes dar un baño de bosque en el Bosque de Virós, ubicado en la Vall Ferrera, en medio del Parque Natural del Alt Pirineu, donde encontrarás el único hayedo del Pallars Sobirà.
Si quieres descubrir y conocer la cultura de los pallareses y pajaresas y sus orígenes, te recomendamos que quedarte en la Vall Farrera. Concretamente en Alins encontrarás el Espacio Museístico del Hierro “Casa Sintet”, allí te explicarán cómo se extraía el hierro de este Valle. Para conocer uno de los oficios más antiguos y característicos de la comarca, en Llessuí puedes visitar el Ecomuseo Los Pastores del Valle de Àssua, un espacio dedicado a los pastores, al vocabulario, las herramientas y también al territorio donde se ha trabajado. Para los más gourmets, no se va del Pallars sin probar el tupí y la girella. Unas delicias típicas de la cocina de montaña que sorprenderán sus papilas gustativas. ¡El Pallars te propone un sinfín de planes que no te los acabarás con tres días!
La Vall de Boí: rodéate de montañas y arte románico
La Vall de Boí es una joya en el extremo del país que combina naturaleza y cultura. Es conocida por sus iglesias románicas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Durante el puente de la Purísima, podrás realizar una visita a estos monumentos y aprender sobre la historia del valle, mientras disfrutas de la tranquilidad que te aportan sus montañas. En la iglesia de Sant Climent de Taüll te espera un nuevo mapeo hecho por artistas digitales actuales que te sorprenderá.
Si te atreves con una actividad más exigente, encontrarás la entrada al Parque Nacional de Aigüestortes y Estany de Sant Maurici cerca de Caldes de Boí, donde podrás dejar el coche y hacer alguna de las excursiones que salen desde allí. Termina el puente de la forma más relajada posible, en el Balneario de Caldes de Boí sus aguas termales naturales, te ofrecen una experiencia perfecta para después de un día de adrenalina y aventura.
Las estaciones de montaña y esquí de FGC TURISMO repartidas por el extenso Pirineo te ofrecerán actividades para todos los públicos y estilos, tanto si eres un amante de la aventura como si prefieres disfrutar del entorno invernal de una manera más tranquila. ¡Disfruta de la magia del invierno en un entorno único y accesible para toda la familia!