Todos nos morimos de ganas de que empiece la temporada de esquí pero siempre que se acercan estas fechas se repite el mismo miedo: ¿Tendremos muchos meses de nieve? Esta semana queremos poner a prueba las capacidades adivinatorias de dos pallareses con dos métodos de lo más alejados. ¿Quién se acercará más a la realidad de esta temporada, la meteorología del rigor científico o la de la sabiduría popular?
ROUND 1: EL RIGOR CIENTÍFICO:
Albert de Gràcia es geólogo y hace años que estudia los fenómenos meteorológicos en los Pirineo. Actualmente dirige uno de los blogs de referencia para los que quieren conocer las previsiones de montaña: Meteo Pirineus Catalans. En sus previsiones se vale de los modelos meteorológicos más rigurosos y del conocimiento que tiene del territorio pirenaico.
¿Cómo será la temporada de nieve en el Pirineo?
Como cada año recibimos por estas fechas la pregunta del millón, ¿Cuáles son las previsiones a largo plazo para la temporada de nieve que empieza en pocas semanas?
Realmente es jugársela mucho, puesto que la fiabilidad de los modelos a largo plazo no es muy alta, pero hay ciertos indicios que nos pueden dar pistas de hacia donde irá todo.
Según los mapas del tiempo:
Los mapas del tiempo a largo plazo nos dan un escenario de un comienzo de invierno movido, con presencia de precipitaciones en noviembre y diciembre por encima de la media del Pirineo, que comportaría un inicio de temporada de nieve con nevadas que podrían ser abundantes.
Además a largo plazo, y como consecuencia menos probabilidad de acierto, enero y febrero tendríamos precipitaciones muy abundantes, derivadas de un anticiclón escandinavo que desviaría las perturbaciones hacia el Pirineo… En todo caso este extremo era contrario apenas hace una semana, lo que hace pensar que esta tendencia se tendrá que coger con pinzas!
Más allá, al finalizar la temporada, podríamos tener precipitaciones inferiores a las medias climáticas, en todo caso, faltan más de cinco meses, previsiones que consideramos de demasiada baja certeza para tenerlas presentes.
Según los indicios estamos en racha, no nos lo puede negar nadie. Las rachas en meteorología son un hecho, semanas o meses donde las perturbaciones nos visitan con regularidad y otras rachas donde difícilmente se acerca un pequeño frente.
Este año llevamos muchas precipitaciones y muy abundantes en gran parte del Pirineo, superando en puntos concretos la media climática de precipitación a mediados de verano, hecho que demuestra la anomalía de precipitaciones abundantes de este año. Son actualmente muchos lugares del Pirineo donde la precipitación supera los 1200mm recogidos este 2018 y lo más excepcional: el alcance de estas abundantes precipitaciones son un fenómeno general en todo el Pirineo.
Esto viene determinado por la ondulación de la corriente en jet, unos fuertes vientos en altura que separan las masas de aire de origen polar de las tropicales, por donde habitualmente circulas las perturbaciones de nuestras latitudes y que desde hace meses, se encuentran en situación de ondulación acentuada. Esta gran ondulación provoca que las borrascas, que habitualmente circulan por las islas británicas y países escandinavos, puedan bajar de latitud y nos lleguen con mucha facilidad a nosotros.
Casi todos los entendidos en la meteorología, encontramos indicios que esta fuerte ondulación puede continuar una buena temporada más, por lo que podemos concluir con mucha probabilidad que la situación de los próximos meses o cuando menos del inicio de la temporada de nieve, será movido y con varias situaciones de nevadas abundantes en el Pirineo.
ROUND 2: LA SABIDURÍA POPULAR
Josep Mora regenta el Restaurante Fonda Ferré de Baro y también se dedica al mundo del campo. Precisamente de este oficio, y de escuchar atentamente a sus padrins, es de dónde ha aprendido a sentir la naturaleza y observar sus variaciones como una señal del cambio de tiempo.
Sobre las creencias populares
Todas estas cosas se van aprendiendo con el tiempo, recopilas información de los padrins, la gente de tu alrededor y la tradición y aprendes a observar si es que tienes ganas. La naturaleza es muy fácil de entender, ella nos da y ella nos quita.
Hay por ejemplo una de las cosas que dicen nuestros padrins que hace referencia al viento y es muy fácil de comprobar. En el Pallars Sobirà nos hace un aire de Fogony que es muy bueno y se tiene que vivir para poder entenderlo. El viento de puerto o norte siempre dura tres días; si el cuarto día no ha parado, dura seis días, si no ha parado al séptimo dura doce días y si al decimotercero día no ha parado dura todo el mes. Esto yo he vivido, visto y saboreado.
¿Cómo será este invierno?
Cuando llega el mes de octubre se tiene que empezar observando el primer cambio de luna nueva, el primer cuarto de luna, la primera luna llena y finalmente el primer cuarto de luna llena. Sabiendo como están las cosas durante estas cuatro lunas nos podemos aventurar a prever cómo será el invierno.
Los jabalís saben cuando vendrá mal tiempo y cuando no vendrá. Acostumbran a rondar por los meses de agosto y septiembre comiendo todo lo que encuentran por los campos. Este año, pero, ya salieron en el mes de julio y en agosto desaparecieron como si no hubiera habido nunca uno. Esto me extrañó. O bien quiere decir que viene mal tiempo o alguna otra cosa que nosotros no podemos llegar a conocer. Normalmente prevén lo que pasará en unos tres meses y ahora he entendido que, efectivamente, lo marcaron bien. Estamos en el mes de octubre y ha empezado el mal tiempo, ellos ya lo sabían, y esto es señal de un invierno de frío seco.
No quiere decir necesariamente que se tenga que cumplir aquí en el Pallars a veces puede pasar a kilómetros de donde estan porque sus sentidos son más profundos que los nuestros.
Cada año entre agosto y el octubre hay un día que las precipitaciones de nieve nos marcan cómo será esta a lo largo de la temporada. Parece que la nieve que cayó estos días no fue ni muy grasa ni muy seca, un termino medio, pero en las montañas cercanas cayeron también borrufades con viento de norte.
Así este invierno tendríamos que tener borrufades (nieve más seca) y viento de norte (frío).