El mundo de la nieve sigue relacionándose, erróneamente, con un mundo de hombres. La montaña es un entorno duro donde trabajar, las temperaturas son muy bajas en invierno y en ocasiones deben soportarse fuertes temporales. Sin embargo, esto no significa que sólo los hombres sean capaces de hacerlo. Por supuesto, ¡las mujeres también pueden!
En la estación de Boí Taüll encontramos mujeres que lo dan todo para hacer funcionar nuestra estación: personal de limpieza, administrativas, del servicio médico, entre otras muchas. Cada una de ellas nos explica cómo ha sido el camino para hacerse un hueco en su sector y cómo se alegran de que, cada vez más, haya un porcentaje más elevado de mujeres en las estaciones.
En este post queremos dar visibilidad y reivindicar a las mujeres de la estación que son piezas clave y sin las cuales no podríamos disfrutar de Boí Taüll. ¡Os presentamos algunas!
Lleva cinco años trabajando en la estación de Boí Taüll como receptivo de la estación. Antes había trabajado en ventas y servicios, siempre en atención al cliente. Tras montar una empresa de enmarcación artesanal se trasladó al valle donde entró en el mundo del turismo trabajando en la recepción de los hoteles que eran de la estación.
Núria trabaja en la estación como responsable del servicio de alquiler de material de Boí Taüll. Lleva 14 temporadas trabajando en la estación y vino huyendo de la ciudad, buscando aires nuevos. Anteriormente trabajaba en el sector privado, en una oficina como técnica de medio ambiente.
Karol lleva más de 20 años pisando la nieve de Boí Taüll. Empezó a trabajar de remontera en la temporada 2000-2001. Después de vivir mucho tiempo en Donostia en varios trabajos (almacén, secretaría, dependienta) decidió venir al valle de Boí buscando vivir y disfrutar de la montaña.
Actualmente trabaja de remontera desde hace tres temporadas aunque vino a los Pirineos a los 26 años, donde en esa época trabajaba de guía y coordinadora de grupos. Desde ese momento Itsasne ya empezó a colaborar con la estación. Antes su profesión era bailarina, hasta que se deshizo la compañía y vino a la montaña en busca de nuevas experiencias.
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